“Mi año siendo un estudiante de intercambio lo definiría como imprescindible. Imprescindible el hecho de crecer como persona, experimentar, vivir una forma de vida completamente diferente, conocer gente de todo tipo y maneras, hacer amistades únicas y disfrutar del año día a día. Realmente cada persona que conoces se convierte en parte de ti. Sin ninguna duda repetiría esta experiencia una y otra vez”.